El Santuario Original

Nace por la inspiración de Dios en el alma del P. José Kentenich, nuestro fundador, el 18 de octubre de 1914. El Padre José Kentenich le propone a un grupo de jóvenes convertir la capillita abandonada en un lugar de peregrinación y de gracia. Juntos le piden a la Sma. Virgen que se establezca allí y obre milagros de gracias para todas las personas, que creyentemente lleguen hasta ese lugar. Ese día se selló lo que después se llama Alianza de Amor entre el P. Kentenich y la Santísima Virgen.

Escuchemos algunas palabras de ese momento, que el Padre pone en boca de la Virgen:

“Yo me estableceré con gusto entre ustedes. Pruébenme con hechos que me aman realmente y que toman en serio su propósito...”

— Primera Acta de Fundación


Nuestra vida de fe se nutre de la liturgia sacramental y de sacramentales, nos dice el Catecismo de la Iglesia Católica. Nuestra piedad popular ha encontrado, “su expresión en formas variadas... tales como visitas a santuarios, peregrinaciones, procesiones, Via Crucis…el Rosario, las medallas, etc.” Nuestra vida de fe se nutre de la liturgia sacramental y de sacramentales, nos dice el Catecismo de la Iglesia Católica. Nuestra piedad popular ha encontrado, “su expresión en formas variadas... tales como visitas a santuarios, peregrinaciones, procesiones, Via Crucis... el Rosario, las medallas, etc.”

-Documento de Aparecida, 1674

_1050521.JPG
 

 Schoenstatt abre sus puertas día tras día a cientos de fieles cuya fe es fortalecida y vivificada al encontrar la paz, la armonía y acogida en sus visitas a este hermoso lugar.

Interior del Santuario Original Alemania

La palabra significa hermoso lugar. Todos los santuarios de Schoenstatt en el mundo entero son réplicas del Santuario Original localizado en Vallendar, Alemania, a las orillas del Río Rín. La belleza del Schoenstatt original parece acompañar cada réplica. La verdadera belleza de este santo lugar donde encontramos la presencia de Cristo en la Santa Eucaristía y a su Madre Amorosa acogiéndonos con su mirada maternal, radica en las almas que a cada momento se van transformando en imágenes de Cristo, portadores de gracia en el mundo.

Si bien la capillita de Schoenstatt sirve como señal y recuerdo de la presencia de Dios entre nosotros, así mismo, la Madre de Dios cumple desde su Santuario la tarea de formar almas que penetren el mundo con la presencia de Dios.